“... Porque esta historia es incompleta, porque no pudo abarcar todos los territorios, por no profundizar. Porque siempre va a faltar algo. Y esto es porque hay demasiados conurbanos...”
Una historia del Conurbano, Pedro Saborido.
A juzgar por las huellas que encontramos en los distintos continentes, desde el principio de los tiempos, los humanos hemos necesitado dejar testimonio de lo que vimos. Tal es el caso de las pinturas halladas en las paredes de las cuevas que han llevado a consensuar a los académicos que esa particular expresión es un tipo de arte al que denominaron rupestre.
Recientemente científicos anunciaron que en las islas Célebes Meridional de Indonesia han sido encontrados lo que hasta hoy constituye el antecedente más antiguo de arte figurativo1. En las cuevas de la colina Karampuang la imagen compuesta por tres figuras humanas alrededor de un cerdo salvaje ha sido datada en más de cincuenta mil años de antigüedad.
Pocas son las certezas acerca de las motivaciones que llevaron en cada momento histórico a encontrar en la pintura esta modalidad de expresión o testimonio. Si analizamos la obra del mayor referente de la primera mitad del siglo XVII, Rembrandt van Rijn2, podríamos afirmar que su profunda comprensión de la condición humana se vió magistralmente reflejada en retratos que abordaron la soledad, la tristeza, la esperanza y la alegría. Honesto, auténtico, profundamente conmovedor, reveló la realidad de su tiempo.
Sin movernos de país, pero avanzando algunos siglos, encontramos a Vincent Van Gogh3 quién pinta con crudeza una humilde cena alrededor de una mesa donde los trabajadores comparten unas papas hervidas. Luego cambiaría el escenario interior por el del campo pero mantendría su mirada en los trabajadores. Los árboles, el heno y los cielos, en particular, el de una noche estrellada, sellaron el legado de su vida en Saint Rémy De Provence a través de una de las pinturas más identificables de todos los tiempos.
¿Pero qué rol tiene hoy la pintura ante la inmediatez que ha impuesto lo digital en nuestras vidas?
Las obras que conforman Esta villa fue bendecida de Nicolás Sterbanoff ratifican la vigencia de la pintura en todas sus dimensiones. Algunos de los óleos son de pequeño formato, como las obras de los pintores de la Hudson River School4. Mientras ellos recorrían las montañas y las laderas del río Hudson admirando el paisaje, Sterbanoff hace lo propio a través de las personas que habitan el conurbano bonaerense. Por ello, sus pinturas son de carácter biográfico social y, al mismo tiempo, valiosas piezas etnográficas. Como señala Saborido, hay demasiados conurbanos y quizás esto haga del recorrido una historia incompleta. Sin embargo, cada pintura nos abre la mirada a una historia única e irrepetible, como lo es la de cada ser humano que habita este planeta.
Cecilia Medina
1 El fascinante hallazgo de las pinturas rupestres más antiguas, Pallab Ghosh, BBC https://www.bbc.com/mundo/articles/c047kgd9zz8o
2 Rembrandt van Rijn, Leiden 1606 - Amsterdam 1669.
3 Vincent Van Gogh, Zundert 1853 - Auvers-sur-Oise 1890
4 Hudson River School pintores paisajistas estadounidenses 1825-1870
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