La Belleza libre no presupone concepto alguno de lo que el objeto deba ser
En el juicio de una belleza libre, el juicio de gusto es puro
La satisfacción que determina el juicio del gusto es totalmente desinteresada
Cuenta la historia sin tiempo el encuentro épico con el temor.
Una presencia sobrevive a la oscuridad mas profunda. Latidos de otro ser, poderoso, temible. Sigiloso aguarda el momento. No puedo verlo, pero lo siento en la planta de los pies. Mi piel se vuelve áspera. Está acá.
Esta historia paradójicamente no transcurre en el tiempo. Es la tajada sincrónica de una sensación. Un sentimiento, una fuerza, un espacio que se habita y se vive una y otra vez, El huésped visita el sentimiento, lo vive y lo siente. Repentinamente, por obra del contexto o del azar, es absorbido por otro espacio y se muda a otro sentimiento. Queda el habitante esperando su regreso, suspendido en el tiempo.