Hunt es sutil, por sobre todas las cosas, es sutil.
Se trata de la más reciente producción del artista argentino Daniel Romano, inaugurada el pasado 1º de julio en la ciudad de New York.
En el texto curatorial, Federico Baeza, hace referencia a una preocupación recurrente en la obra del artista, el perímetro de las relaciones interpersonales.
Nos encontramos en una sala, cuyas paredes con molduras denotan estilo y sobriedad. De un blanco impecable, marcan el espacio donde tendrá lugar la caza.
Sigilosamente, la iluminación nos invita a concentrarnos en la expresividad de las miradas. Miradas que acechan y capturan nuestra atención.
Sobre la chimenea, una obra –a modo de instalación- representa el trofeo y se constituye en el primer desafío, ya que al poder reflejarnos en su superficie espejada, nos confunde, haciéndonos dudar sobre quien es la presa.
Surgen muchas sensaciones a partir de cada imagen. Ternura, temor, interpelación, silencio, complicidad.
De a pares o individualmente, los personaje se descubren ante nuestros ojos en cada pincelada. No hay violencia en ningún detalle. De hecho, la suave paleta desdibuja la agresividad que implica la lucha entre presa y cazador.
Hunt es una aguda e inteligente lectura sobre las relaciones interpersonales ejecutada con solidez por un artista que busca responder sus inquietudes a través del arte.