La primera vez que escuché sobre Junín, fue en El Cautivo de Jorge Luis Borges y quedó grabada en mi memoria la apertura “En Junín o Tapalqué refieren la historia…”.
Recientemente, y a propósito del Museo de Arte Contemporáneo, visité la ciudad, que al último censo de 2010 registraba una población de algo más de 90000 habitantes. Descubrí que no solo tenía ese museo, sino el Histórico y el de Bellas Artes, una galería de arte autogestionada para los artistas locales, teatro, salón-espacio cultural, mercado artesanal, archivo histórico, biblioteca pública, biblioteca braille y una biblioteca de arte.
Quizás sea justamente este contexto, lo que hace al Salón Nacional de Artes Visuales tan atractivo.
En su décimo primera edición, el jurado compuesto pro Emilio Reato, Genoveva Castellar, Mónica Rojas, Javier Carrera y Guillermo Marzullo ha realizado una excelente tarea, tanto en la selección como en la premiación y menciones.
El Primer Premio Adquisición fue otorgado a un dibujo en lápiz sobre papel de algodón bajo el título Sistema de defensa ante mi propio universo realizado por Alejandro Pasquale y el Segundo Premio Adquisición a la fotografía de Camila Alvarez Como es arriba es abajo.
La obra premiada de Alejandro Pasquale muestra a un joven de mirada melancólica cuyo rostro está cubierto por un cono que lo deja ver, oler y degustar, pero pareciera que no así oir. Detrás del joven, una exuberante vegetación lo apartan de un cielo que asoma azul celeste.
Por su parte, la fotografía de Camila Alvarez utiliza el reflejo de los cuerpos en el agua para formular la igualdad entre arriba y abajo. Un cielo pastel reflejado en un agua tranquila como estanque son el marco de una escena familiar.
La Primer Mención del Jurado corresponde a Daniel Sarobe, cuya exquisita escultura en madera (compuesta de pequeños trozos tallados y ensamblados sutilmente acentúan el color en los puntos de inflexión de la pieza) tiene más que título, una incógnita ¿Acaso nunca vuelvan a ser algo?
Leídos, olvidados, rescatados son los libros intervenidos que se presentan como instalación y le valieron la Segunda Mención del Jurado a Mónica Fierro.
La video instalación de Alfredo Eandrade Un mar de lágrimas recibió la Tercera Mención del Jurado. La particularidad de esa obra es su proyección sobre un damero de cuencos de cerámica que a modo de receptáculos intentan contener acaso las lágrimas que producen esos recuerdos.
Edad Roja de Barbara de Lellis es una obra de colores vibrantes y formas que nos transportan a un lugar de tierras rojas y cielos azules profundos, como imaginamos el espacio exterior.
Mariano Grebnicoff y Fátima Sarute Montero recibieron las dos menciones que completan la premiación, en fotografía y pintura respectivamente.
Desde un punto de vista histórico, los Salones de Arte refieren al esplendor europeo de los siglos XVIII y XIX, cuyo espíritu democratizador en producción y consumo artístico, les confirió un rol fundamental en el mundo del arte.
Hoy, en Junín, tiene lugar una muestra de lo que está sucediendo con la contemporaneidad argentina en sus diversas disciplinas visuales. Algunos de los artistas participantes tienen incipiente presencia en el mercado, otros una trayectoria en ámbitos culturales (premios y exhibiciones) como así también una activa participación en el ámbito académico, mientras algunos otros han exhibido en el exterior.
Todos y cada uno de ellos, son una esperanzadora muestra de lo que surge y se consolida en la cultura argentina.
A partir del sábado 28, se podrán visitar las obras del XI Salón Nacional de Artes Visuales en el MACA, museo que lleva el nombre del maestro Héctor J. Cartier, artista plástico y docente que ha dejado su huella en cada uno de sus alumnos y discípulos. Justo homenaje a quien abriera puertas y motivara a grandes artistas contemporáneos y que llegara a Buenos Aires desde su Chivilcoy natal, de la mano de Pio Colivadino.
Su legado es sin duda una invitación a respirar arte en Junín.