“Sus manos rozaban formas placenteras. Era un ser totalmente sensible y táctil. El universo le entraba por todos los poros. Entonces cerró los ojos que sólo divisaban gigantes nebulosos y penetró en un cuerpo caliente, húmedo, lleno de tinieblas, que moría. El cuerpo, al sentirlo arrebozado con su propia sustancia, resbaló hacia la vida.”
Viaje a la semilla, Alejo Carpentier
Si nos fuera dado el don de volver al vientre materno y renacer, ¿podríamos apreciar lo maravilloso de la vida? ¿Entenderíamos la magia del universo? ¿Seríamos más sensibles que racionales en nuestro nuevo comienzo?
En la vida de un artista, hay momentos de gestación y momentos de nacimiento. Situaciones que no siempre son tan claras ni accesibles para el público y a veces menos aún para sus propios protagonistas. Sin embargo, cuando eso sucede, cuando el artista y su obra están en sintonía con su contemporaneidad, son plenas todas sus expresiones.
Guillermo Marzullo, trabajó, pensó, sintió y asimiló la obra que hoy presenta en el Museo de Arte Contemporáneo Argentino. Fue un período de gestación necesario para expresarse a través de cada una de las piezas que forman Obra infinita. No fue un día, ni un mes, ni un año; fueron quizás todos y cada uno de los momentos vividos hasta hoy, los aciertos y los fracasos que marcaron la certidumbre en su camino.
Y las decisiones. Porque una vez que se sabe uno en su obra, no es posible escapar de ella. Porque lo atraviesa, lo completa, solo para luego abandonarlo y volver a ser ante la mirada del otro. Ese otro que ha decidido aproximarse a su obra, por curiosidad o por un impulso inexplicable que lo obliga a detenerse en el espacio y compartir la experiencia.
Anaxágoras (500 aC-428 aC), filósofo, geómetra y astrónomo griego, argumentaba que lo que distingue al ser humano de los animales es la sofisticación y destreza de sus manos, con las cuales fabrica herramientas, armas, vestimenta, construye casas, escribe leyes y crea obras de arte.
Las manos de un artista están conectadas directamente con su corazón. La técnica que la razón le brinda es casi inconsciente durante el trabajo. Tocando discierne y juzga.
En Vulnera, la obra era agua, tierra y fuego y tomó forma en las manos del artista quien imprimió su identidad en cada espina. Espinas que representan el dolor y al mismo tiempo la defensa. Ellas defienden la sensibilidad del artista que en cada obra manifiesta lo que lo conmueve y evocan la textura de la vida.
En El sentido olvidado, Pablo Maurette sostiene que “…si la vista nos permite anticipar texturas, es porque a lo largo de nuestra vida hemos recolectado innumerables experiencias táctiles…” Sabemos entonces que cada espina en Vulnera, duele y que cada bolsa en Obra infinita, contiene.
Pensar en la obra de Marzullo me recuerda …..Christo y Jeanne-Claude son un reconocido matrimonio del mundo del arte desde 1958 y ambos colaboran en la creación de sus obras desde 1960. Durante una visita a Buenos Aires en 1970, pensaron en el Río de la Plata para su obra The floating piers (Los muelles flotantes), pero las correntadas del rio no se lo permitieorn ____no funcionó el proyecto y tuvieron que esperar 46 años para encontrar el lugar correcto. Hoy, el lago Iseo en Italia los albergará durante 16 días durante los cuales Christo cumplirá con su promesa: podremos caminar sobre el agua.
Guillermo Marzullo tiene una intención tan ambiciosa como la de Christo, ya que a través de su obra nos invita a experimentar en libertad con el único objetivo de sentir.
Mientras Christo elige un lago en un remoto pueblo de Italia, Marzullo elige el Museo que lo vio trabajar durante la última década. Ambos espacios son de acceso libre y gratuito. Porque la pureza en sus obras es para todo el público, porque todos merecemos sentir -aunque más no sea por un instante en nuestras vidas- lo maravilloso de la creación artística.